Son una serie de órdenes o instrucciones que nos damos a nosotros mismos para regular de forma autónoma nuestra conducta. El objetivo es entrenarnos para lograr el éxito en una tarea o conducta.
La mayoría de las personas hacemos este proceso de forma automática, pero los niños y adolescentes que tienen dificultades, han de aprenderlo y entrenarlo.
Esta técnica es bastante eficaz en general, especialmente con niños hiperactivos, impulsivos, con falta de autocontrol, déficit de atención, dificultades de aprendizaje…
Podemos guiar a los chicos y chicas, para elaborar sus propias autoinstrucciones. Os presentamos un ejemplo y os damos unas pistas para aumentar su efectividad:
1- Usar el método de forma constante y sistemática.
2. Adecuar las autoinstrucciones a las características de quien las vaya a usar.
3. Implicar al chico/a.
4. Usar imágenes que faciliten la integración de las consignas.
5. Usarlas en una gama variada de situaciones.